cuento

Cuentos cortos de primer año

Introducción

Esta página tiene como proposito el exponer los cuentos que los alumnos de primer año hicieron. En esta ocación tenémos de parte de Luciana Ángela Coluccio Tejedor

Flechas al alma

Luciana Ángela Coluccio Tejedor, 1° año

animetssssssso

Cuando era una niña me gustaba mucho jugar, como todo niño ¿no?, pero yo no tenía amigos, ya que había nacido sin la mano derecha y eso a todos les daba asco, por lo que se alejaban de mí. Así que siempre lo escondí, hasta que mis padres me consiguieron una mano robótica. Estaba tan agradecida con ellos…

Al pasar de los años, fui creciendo, terminé la secundaria y entré a la universidad. Decidí compartir cuarto con una chica. Cuando nos encontramos en la habitación, ya habíamos empezado a hablar, teníamos una gran conexión, me aceptó a pesar de no tener la mano derecha.

Su nombre era Nicole. Ese mismo día entramos a clase y nos sentamos juntas. Al otro lado se sentó un chico que era alto y flaco, sus ojos eran color verde, sus labios eran más o menos gruesos y finos, su mandíbula marcada y tenía una sonrisa cálida que vi ni bien entró al aula. Y sus manos, ¡oh, sus manos! ¿Quién diría que al faltarme una mano, tendría fetiches con ellas? Sus dedos eran largos, sus uñas limpias y perfectas, su pelo era ondulado y...la profesora me sacó de mis pensamientos, ya que me llamó la atención y me dijo "Isabel, dejá de ver al chico y prestá atención". Me sonrojé y miré para otro lado, mientras escuchaba las risas de fondo y la del joven de al lado.

Terminó la clase y el que se sentó al lado mío me llamo y me dijo "hola, mi nombre es Esteban, un gusto". Yo también me presente, al rato me invitó a tomar un cafecito, el cual acepté. Él no había visto mi mano, ya que usaba guantes todo el tiempo, así que no creo que lo haya notado.

Pasaron varias semanas y Esteban y yo nos hicimos muy buenos amigos, pero siempre había alguien que estaba en el medio y lo arruinaba todo. No todo es color rosa. Una chica del grupo de los populares le dijo a Esteban que yo tenía sentimientos por él y que siempre me sacaba fotos para tenerlo en mi celular, pero eso eran patrañas. Me gustaba, sí, pero lo de las fotos no era verdad. Poco tiempo después, Esteban se acercó y me dijo "ya me enteré de que sentís cosas por mí, pero no yo no te puedo aceptar, te quiero como una amiga, como mi mejor amiga”.

Al escuchar eso, disimulando la tristeza, me empecé a reír y le dije que no, que había sacado todo de contexto, que se trataba de otro Esteban al que había conocido por ahí. Me creyó, ya que mi amiga le dijo lo mismo.

Volví a mi departamento con Nicole, nos cambiamos y nos acostamos cada una en su cama. No me podía dormir por la tristeza que me había despertado oír sus palabras y el hecho de saber que tenía razón, que nunca íbamos a llegar a ser algo.

Ya eran las 2:50 a.m. Busqué en mi celular cómo gustarle a tu crush y vi demasiados links, pero uno llamó particularmente mi atención. El título era "pacto con el Diablo”. Al principio me pareció una idiotez escrita para obtener más visualizaciones pero que la gente se empieza creando rumores de que es cierto. De todos modos, pensé que no estaría mal probar aunque solo fuera para ver qué pasaba. Lo intente y empecé a pensar en el Diablo hasta sentir toques en cada parte de mi ser, mientras se erizaba mi piel.

Abrí mis ojos, que se sentían pesados, y vi a tal ser maligno, que hizo que se me cree tal nudo en la garganta, que no podía ni gritar. El susodicho con su voz rasposa habló y dijo que me proponía un trato que consistía en darme mi mano derecha, pero esta siempre iba a permanecer congelada y el que estrechara mi mano diestra me recordaría para siempre, pues me advirtió que todo tenía sus consecuencias. Al final termine aceptando.

Un día después me desperté y al ver que tenía mano, me impacte. Era real, me puse los guantes para que mi amiga no sospechara. Llegué a la universidad y saludé a Esteban, pero esta vez sin los guantes, y él me estrechó la mano derecha diciendo "guau, así se sentían tus manos, aunque están congeladas, ya veo por qué usás guantes todo el tiempo". Me reí y caminamos juntos hacía el aula.

En medio de la clase, Esteban me dijo que le dolía demasiado la cabeza, que se iba a ir y yo solo asentí deseándole que se mejore.

Varios días después mi mejor amigo no venía a clases y eso me preocupó porque también no me contestaba los mensajes, hasta que un fin de semana me escribió y me dijo: “perdón por no contestar, estuve en el psicólogo porque tengo un problema pero estoy bien, me estoy volviendo loco jaja, pero no te preocupes". Yo le respondí con un un emoji preocupado y un corazón que si quería contarme lo que le estaba pasando, podía confiar en mí.

Al día siguiente Esteban se me acercó. Tenía ojeras y se lo veía todo cansado. Me dijo "¿viste lo que te había contado sobre mi problema? Bueno, es sobre vos, no te puedo sacar de mi mente y me da demasiado miedo porque se trata de otro vos y eso me atormenta día y noche, es como una pesadilla en bucle, me estoy volviendo tan loco, que ya no sé si matarme".

Me quedé sin palabras y le dije que no sabía qué decirle, que no lo podía ayudar con eso y le di un abrazo.

Llegó la noche y me puse a dormir y a soñar con el padre de la mentira, y apareció y habló con esa voz que ya me era familiar "¿Y? ¿Viste las consecuencias?".

Yo empecé a desesperarme. Le dije que me había traicionado, que me había prometido que Esteban pensaría en mí y que me declararía su amor. Pasamos varios minutos en silencio cuando Satanás, con esa cara putrefacta y esa sonrisa hipócrita, respondió "te tengo un último trato, termino con esa maldición y dejo que Esteban te recuerde para siempre y que te quiera mucho como si fuera una reliquia, pero a cambio de tu alma”.

En ese momento dudé, pero le dije que me deje pensarlo al menos una semana para pasar mi último tiempo con él. El Diablo aceptó.

Era domingo y me puse escribir cartas, una para mi familia, otra para Nicole y la última, para Esteban. Eran cartas de despedida, pero la carta más larga era la de él...La misma decía
Querido mejor amigo: sé que últimamente estás atravesando esos problemas de los que me habías hablado, pero te explico: fui yo la culpable de eso, va a sonar muy loco, pero hice un pacto con el Diablo, pero me engañó. Pensé que al estrechar tu mano, ibas a pensar en mí y te ibas a enamorar, pero no fue así, fue todo lo contrario. Ahora me propuso otro trato: esa maldición terminará y me querrás hasta la muerte a cambio de que yo le entregue mi alma. Le dije me dé una semana para pasar tiempo con vos, asi que no olvides que te amo demasiado y que realmente sos la mejor persona que he conocido. Gracias por todo
Con amor, Isa

Y así fue, pasé tiempo con Esteban, fueron lindos momentos. Mi último día era el viernes, así que decidí decirle a mi mejor amiga todo. Se puso a llorar, me abrazó, pero yo no sentía nada. Al final le dije que entregara las cartas a quienes correspondía.

El sábado desperté rara. Había gente alrededor de mi cama, pero no me podían ver. Estaban todos llorando y con los ojos hinchados y allí estaba él, leyendo la carta, llorando desconsoladamente y abrazando al cuerpo pálido y ya sin vida sobre la cama. Yo nunca quise esto, pero ahora ardo en el infierno.

Un año después, Nicole me fue a visitar a mí y a Esteban al cementerio. Nos trajo unas lindas flores.

Se preguntaran qué le pasó al chico. Esteban se suicidó, no pudo soportar la falta de su otra mitad y se mató, así que mi decidieron enterrarlo junto a mí.

Me desperté agitada, con un fuerte dolor de cabeza y con los ojos entre abiertos vi cómo estaba en un lugar pulcro. Me di cuenta de que era un hospital y de repente vi entrar a una enfermera sorprendida de cómo después de tanto tiempo, había despertado de un coma. Le pregunté hacía cuánto estaba en ese lugar y me respondió que nueve años. Sentí algo raro, mire mis brazos y tenía las dos manos, así que significaba que no había sido un sueño, miré a la enfermera nuevamente y a esta se le estaba cayendo la cara a pedacitos, hasta el punto de convertirse en Lucifer, quien me empezó a ahorcar hasta mi verdadera muerte.

caja con abismo

Agradecimientos

Les damos las gracias a los alumnos de primer año y a los profesores por proveer del material para esta página